Los chicos de ahora, apartando la tecnología, tampoco son tan diferentes a los de entonces. Creo que cambiamos los grandes. O sea, quienes ahora somos grandes: los padres, los maestros, los funcionarios, los gobernantes. Porque si la miramos a la distancia, la escuela parece ser la misma.
Pero cada vez hay menos participación en las “Cooperadoras”, y muchas mamás y papás no solo no apoyan sino que solo critican la labor docente. Los maestros hacen malabares para correr de un trabajo a otro, porque con el sueldo de un cargo no alcanza. Entonces, organizan jornadas de PARO y los funcionarios ni se mosquean, total, pierden los chicos.
Y los gobernantes…algunos se sacan fotos a comienzo del ciclo lectivo con comunidades escolares no hostiles, o pagan millonadas de publicidad para mostrar qué lindo están los edificios (pintados y por afuera), o dicen que los maestros son vagos. ¿Lindo ejemplo, no? ¿Con qué cara yo después le explico a mi hija que hay que respetar a la maestra, si el propio Jefe de Gobierno me desautoriza?
Humildemente les pido a los maestros que no aflojen. Que no aflojen en su reclamo, pero que lo hagan juntos, todos. Que no le aflojen a su rol de formador de personas. Porque si ellos no aflojan y nos convocan, seremos muchos los que estemos a su lado para que los respeten: los gobernantes y la sociedad toda. Pero no entraremos a esa lucha compartida por ellos solamente. Es por nuestros hijos y también por quienes fueron nuestros maestros. Los que en parte hicieron lo que hoy somos.
*Delegado de las Cooperadoras Escolares del Distrito N°4 (San Telmo, Montserrat, La Boca y Barracas)
