19/03/2024
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Historias mínimas y máximas de los vecinos de un barrio que se constituyó con el trasfondo de una trágica epidemia.

El casco histórico porteño se constituyó con el trasfondo de una trágica epidemia que significó la muerte de más de 13.000 habitantes. El 8% de la población fue el macabro saldo que dejó la fiebre amarilla en 1871. Hoy el aislamiento social obligatorio se cumple parcialmente, en un barrio casi anexado a las innumerables actividades “esenciales” del vecino macrocentro porteño y, en ese sentido, con una mayor circulación de personas “exceptuadas” que ingresan desde la provincia de Buenos Aires. Decenas de hoteles, hostales, alquileres temporarios a turistas de todo el mundo preocupan a sus vecinos tradicionales, quienes transitan este inusual momento con anécdotas cotidianas, que sin duda quedarán en el recuerdo cuando esta tragedia atempere.

El 27 enero de 1871 se registraron por estos lares los tres primeros casos de fiebre amarilla. El “Consejo de Higiene Pública de San Telmo” informó que el foco se inició en dos manzanas del barrio, y las viviendas señaladas se encontraban en las calles Bolívar 392 (inquilinato de ocho habitaciones) y Cochabamba 113. El italiano Ángel Bignollo (68) y su nuera Colomba (18) contrajeron la enfermedad y a pesar de ser asistidos por el doctor Juan Antonio Argerich, no lograron sobrevivir. En apenas seis meses murieron 14.000 personas y de los 190.000 habitantes que poblaban el casco urbano, apenas 60.000 continuaron residiendo en San Telmo y Montserrat.

149 años después de dicha epidemia, el “coronavirus” se cobró la primera víctima en nuestro país con un vecino de San Telmo. El informe médico indica que el paciente Guillermo Abel Gómez (64), quien una semana antes había regresado de Francia, era diabético, hipertenso, padecía bronquitis crónica y lo afectaba una insuficiencia renal también crónica. Falleció el 7 de marzo en el Hospital Argerich. Una denuncia difundida por la Asamblea de San Telmo (AST), con sede en la calle México esquina Chacabuco, asegura que Gómez no recibió “la atención prescripta en los supuestos protocolos que, según las autoridades, rigen en estos casos”.

La Comisión de Coordinación de la AST/Asambleas del Pueblo fue la primera organización político/social de estas características que decidió cerrar preventivamente los comedores merenderos que administra, así como también la feria de artesanías y manualidades que funciona los domingos en el Pasaje Giuffra. Esta última se emplaza a menos de 200 metros del domicilio que compartían el fallecido Guillermo Gómez y su mujer Nelly, en la calle Bolívar y EEUU. En diálogo con este medio, Rubén Saboulard (AST) refirió que a los mencionados centros comunitarios asisten personas en situación de calle que, en el mejor de los casos, se atienden en el Argerich, y en el peor pernoctan en los pasillos de la guardia y sus alrededores. Por ello concluyeron en la “necesidad de actuar con responsabilidad y urgencia, procediendo a cerrar el acceso al Comedor de la Asamblea (Chacabuco y México) y al Merendero Darío Santillán (México 640) hasta que la situación evolucione de manera favorable” (ver Las Asambleas del Pueblo cierran…)

El miércoles 25 de marzo un hombre de 48 años, justificó su circulación en un Ford Focus por las cercanías de la Plaza Constitución diciendo que “buscaba travestis para satisfacer su deseo sexual» cuando la Policía de la Ciudad​ lo detuvo en un control. Personal de la Brigada de la Comisaría Vecinal 1C le pidió al conductor que detuviera su marcha en avenida Garay y Luis Sáenz Peña y se labraron actuaciones caratuladas como infracción al artículo 205 de Código Penal por incumplimiento de normas tendientes a evitar la propagación de epidemias», según remarca el comunicado oficial.

«Si el fútbol se juega a puertas cerradas, no veo inconvenientes para que se siga», aseguró el Presidente de la República el domingo 15 de marzo. Cinco días después anunció por cadena nacional el aislamiento social obligatorio o Cuarentena. Si bien los argentinos estábamos al tanto de lo que sucedía en el mundo con la pandemia, no fue fácil acomodarnos y actuar con mayor responsabilidad.

El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad está realizando tarea de descacharreos y fumigando periódicamente para evitar el incremento de Aedes Aegypti, el mosquito que transmite.

Dos días antes de la conferencia en cadena nacional ofrecida por el presidente, comenzaron a explicitarse de forma pública las primeras miserias humanas. Luego de ser arrestado en el cruce de las calles Balcarce y Chile, junto a dos personas más, por tener un kilo de marihuana, un hombre declaró a policías de la Comisaría 1E, que se había contagiado el coronavirus en un supermercado “Día” cercano, y que tenía los síntomas de la enfermedad. Inmediatamente se activó el protocolo y fue llevado al hospital Rivadavia, escoltado por los efectivos.

El mismo fin de semana que se decretaba la suspensión de las clases, en San Telmo y otros puntos turísticos, no se registraron grandes cambios y de hecho las ferias de manualistas y artesanías del Casco Histórico dependientes del Ministerio de Espacio Público funcionaron con normalidad. Miles de vecinos chocaban entre sí con turistas de todo el mundo por la calle Defensa, con mayor intensidad en el tramo de Av. Independencia hacia Plaza de Mayo, disfrutando de una jornada soleada al mimo tiempo que compraban diferentes productos y, por qué no, aprovechando alguna oferta gastronómica de la zona.

«El mismo fin de semana que se decretaba la suspensión de las clases, en San Telmo y otros puntos turísticos, no se registraron grandes cambio»

La tradicional Feria de San Telmo (Plaza Dorrego) que depende de Museo de la Ciudad (Cultura) “curiosamente” no funcionó. El entrecomillado no es casual, sino para remarcar que, ante un mismo problema, el gobierno porteño funcionó de diferente modo, de acuerdo a la oficina interviniente. Como vimos más arriba, Espacio Público habilitó el emplazado normal de los puestos que administra.

El confinamiento parece alterar las conductas de algunos vecinos. Un ciudadano no hizo caso a las medidas implementadas por el Gobierno para prevenir el contagio del Coronavirus y lo detuvieron. Lo insólito fue que, al momento de la detención, la Policía de la Ciudad notó que el hombre estaba jugando con app «Pokemon Go»

Efectivos de la Comisaría Comunal 1 arrestron al sujeto de 28 años, minetrascaminaba con el celular en mano por Piedras al 700, tratando de atrapar pokemones.
Imagen: Captura de pantalla

El 26 de marzo, Policía de la Ciudad en un control en colectivos en la cercanías del Parque Lezama, obligó a descender a una pasajero de 37 años, quien aseguró que se dirigía a su trabajo desde Wilde.

El hombre se descompensó con síntomas compatibles con el coronavirus. Luego descubrieron que las autoridades médicas le habían recomendado que se aislara preventivamente. Imagen:Captura Crónica TV

En situaciones de normalidad cohabitamos con situaciones egoístas y muchas veces somos víctimas de vivos y especuladores. En momentos de crisis se nota más, y el asco se profundiza. Abandonar las calles en una urbe como CABA no podía ser gratis. El mantenimiento de emergencia en cuanto barrido y limpieza implementado por el gobierno porteño es razonable, pero nada puede con la irresponsabilidad de algunos. Las callecitas mínimas de nuestro querido barrio están en estos tiempos, atestadas de “excrementos y pis de perros”, nos dice una vecina.

En el barrio actualmente por una planta de espinaca te piden $70, cuando semanas antes por el mismo precio te vendían tres paquetes. ¿$100 por un kilo de naranjas? ¿$140 por un kg de zanahorias?

El físico alemán Albert Einstein aseguró: “Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia”. Es un buen momento para probar semejante definición.-

“LAS ASAMBLEAS DEL PUEBLO CIERRAN”
En un duro comunicado los asambleístas aseguran que tuvieron que cerrar los centros comunitarios que coordinan en San Telmo y Montserrat, por “la irresponsabilidad y negligencia oficial en el caso Coronavirus del Hospital Argerich”. A continuación publicamos pasajes de la denuncia en cuestión.

“Nelly llamó en tres oportunidades a las ambulancias para que lo trasladaran (a Guillermo Gómez) al Hospital, sin resultado alguno. Por ello acompañó a Guillermo el lunes, y también el martes a la guardia del Hospital donde recibieron, después de una larga espera, una atención deplorable y fueron derivados negligentemente a su domicilio. Con su estado de salud agravado, gracias a la ayuda de su familia y amigos, el Miércoles fue trasladado nuevamente al Hospital en un taxi, dada la imposibilidad de que alguna ambulancia acudiera a su domicilio, en la zona de Bolívar y EE.UU., es decir apenas a 15 cuadras del Argerich.

Lo dejaron en la guardia esperando desde el mediodía hasta casi las 18 hs, con estado febril y con temblores, en un sector donde circularon centenares de personas y personal, sin precauciones de ningún tipo. Recién a esa hora una médica atendió el reclamo, observó el cuadro y escuchó la información de que el paciente venía de Europa, y que podía padecer la gripe en cuestión. Fue entonces cuando lo internaron, pero no en un régimen de aislamiento sino en una sala común, donde estuvo hasta el viernes por la tarde, cuando su cuadro se agravó y fue trasladado a  un sector de cuidados intensivos. Guillermo falleció el sábado por la noche. Poco después de su muerte se conocieron los resultados de los análisis realizados que determinaron que había estado enfermo de coronavirus.

Durante tres días el enfermo estuvo en contacto con centenares de pacientes y familiares de personas que acudieron al Hospital a realizar alguna consulta, con médicos y enfermeros y personal de  maestranza y cocina. (…) Las personas que acuden diariamente a nuestros comedores y merenderos se atienden en ese hospital y en su anexo en el barrio, el CESAC N° 15 de Humberto Primo y Bolívar, con el que comparte buena parte del personal médico. Peor aún, muchos de los compañeros en situación de calle acuden por las noches a la Guardia del Hospital a dormir, para encontrar refugio y escapar de las brutalidades policiales. Todos ellos pasan por una situación económica angustiante, y son población vulnerable y de alto riesgo ante la exposición al virus. Muchos de ellos han estado durmiendo en los bancos de la guardia los mismos días en los que Guillermo estaba en una camilla a pocos metros, y  más tarde vinieron a desayunar a nuestro Comedor. Otros se estuvieron atendiendo de sus dolencias recurrentes en esa guardia en la misma fecha y después vinieron a almorzar al Comedor. Lo mismo cabe para madres y niños que acuden al Merendero y que han estado –y siguen estando- expuestos al contagio allí. (…)

Los compañeros que asistían al Comedor o al Merendero recibirán viandas que podrán consumir en  sus casas o en donde crean  oportuno, las que podrán ser retiradas de ambas sedes a partir de las 11 hs –Comedor- o 17 hs –Merendero-.”

RUBEN SABOULARD/ANALIA CASAFU/SIMON BERNAL/ANA MELNIK/ANGELA MORIN



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