28/03/2024

Chicos que harán la primaria lejos de su barrio.

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Esta es la pequeña historia de un chico que sufrió la ineficiencia y la imprevisión de los funcionarios. Historia tan pequeña como Liam, quien cumplió 6 años el 13 de diciembre, días antes de terminar el preescolar en una escuela infantil de San Telmo, a 400 metros de su casa. Nota de opinión de Ricardo Fuentes

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Esta es la pequeña historia de un chico que sufrió la ineficiencia y la imprevisión de los funcionarios. Historia tan pequeña como Liam, quien cumplió 6 años el 13 de diciembre, días antes de terminar el preescolar en una escuela infantil de San Telmo, a 400 metros de su casa.

Como todos los años su Jardín, la Escuela Infantil de Independencia y Perú había articulado el cambio de nivel educativo de sus chicos con la Primaria de la otra cuadra, la “Hipólito Vieytes”, escuela que la mamá de Liam eligió como prioritaria en el nuevo sistema de inscripción a los colegios porteños. Sin embargo, el sistema le asignó un colegio de otro barrio, a muchas cuadras de su hogar.

Miles son los casos similares a los de Liam, tantos que muchas de las familias de esos pibes se movilizaron en reclamo por falta de vacantes y por vacantes mal asignadas.

Lo que habrá sido una buena intención de facilitar la inscripción para 2014 terminó en una decisión inconsulta, sin haber chequeado sus posibles falencias y puntos débiles. Por ejemplo, en la distribución de vacantes no se asignó el turno tarde de varias primarias.

Si no lo solucionan, esos colegios no tendrán alumnos de primer grado después del mediodía. La ironía es que hay muchos chicos sin escuela otorgada y a otros los mandan a estudiar lejos de casa.

A fines de enero a Liam le asignaron una escuela de San Telmo. Final feliz, para este caso. Sin embargo aún quedan miles de familias en la incertidumbre, y quedan las críticas de maestras, cooperadores, legisladores del todo el arco opositor y de la Defensoría del Pueblo por las falencias de este nuevo sistema de inscripción a las escuelas públicas porteñas.

En su momento muchas mamás como la de Liam apelaron al teléfono 147 y por la página web, acudieron a las autoridades y protestaron ante el Ministerio de Educación. La gran mayoría aún espera una solución y muchas explicaciones: ¿Por qué no respetaron las prioridades? ¿Por qué no hicieron un chequeo previo del nuevo sistema?

El Gobierno de la Ciudad gastó recursos para diseñar el programa informático sin convocar a docentes con experiencia, pero contratando a bisoños para la inscripción “online”; el resultado fue lamentable.

Hacerse cargo de los errores implica no solo corregirlos sino también echar a sus responsables.

Lo primero urge para esos chicos; lo segundo, lo exigen sus mamás. La de Liam incluida.

(Delegado Asociaciones Cooperadoras del Distrito Escolar 4º)

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