Daniel Sánchez – Javier Araujo «SOMOS TODOS»

La crónica de la mayoría los medios de comunicación dirá, en el mejor de casos que simpatizantes de San Telmo, (“barras” en el peor) murieron durante un enfrentamiento con “hinchas” de Dock Sud a la altura del Puente Nicolás Avellaneda… Por Martín Furci y Gabriel Santagata
Pasada la bruma “informativa” pronto la “opinión pública” mutará su interés hacia otros temas. Pero el pueblo Candombero no solo “no olvidará” sino que deberá hacerse fuerte para sortear este durísimo golpe al corazón. El miércoles familiares y amigos despedirán sus restos y el lunes a las 17 hs en el «Osvaldo Baletto» los jugadores rendirán un merecido homenaje con el ascenso; tal como lo soñaron Cristián Daniel “Cochi” Sánchez (28) y Javier Araujo (29)
El acuerdo que no fue.
“Lo que pasó tiró por tierra todo el trabajo que hicimos” declaró el lunes por la noche Fabián Lovato, vice de San Telmo. Atentos a la posibilidad del ascenso de San Telmo y Dock Sud, dirigentes de ambos clubes intercambiaron opiniones sobre estrategias para evitar enfrentamientos entre ambas parcialidades durante los posibles festejos. Un secreto a voces que trascendió en algunos medios, aseguraba que referentes de ambas hinchadas llegaron a un arreglo similar. Algunos se conocieron en reuniones de Hinchadas Unidas Argentinas y luego en las estadía en Sudáfrica durante el mundial del fútbol. Pero un sector “disidente” del Docke rompió ese acuerdo y lo que se pensó como una fiesta deportiva y familiar, terminó en una tragedia.
«Lo cierto es que los hinchas de San Telmo, ante la prohibición de público visitante que rige en el fútbol argentino, se reunieron en el “Club Plaza Renunciamiento” (Nicolás Avellaneda e Irala) para observar por pantalla gigante lo que sucedía en Ensenada»
Mas visitantes que nunca.
San Telmo venía de disputar su encuentro en Ensenada vs Cambaceres. Allí la paz también brilló por su ausencia. Antes del inicio del segundo tiempo, Fabian Lovato, vice del CAST ingresó al campo de juego para exigirle al árbitro Rey Hilfer las condiciones mínimas de seguridad para la parcialidad visitante (dirigentes, familiares y socios autorizados) de lo contrario el partido no continuaría.
En pleno cotejo llovieron piedras desde una escuela pública vecina al estadio. La policía “aconsejó” a los agredidos que se corran unos metros para no ser alcanzados por los objetos contundentes y luego solicitó que abandonen el estadio 15 minutos antes de la finalización del encuentro.
Una vez terminado el convite la parcialidad de “Camba” que insultó y amenazó con cánticos todo el trámite, abandonó raudamente la tribuna para agredir a la parcialidad Candombera.
Se produjeron desmanes con la policía, quienes reprimieron con balas de gomas y gases lacrimógenos. Los más afortunados pudieron retirar sus vehículos, otros en cambio fueron demorados por la policía y tuvieron que estacionar un rato largo dentro del propio campo de juego.
En las cabinas de transmisión el equipo de “Santa Envidia” y «Alerta Militante» permanecieron prácticamente encerrados con todo el equipamiento técnico en un cuarto 3 x 1 metros sin custodia policial y a metros de la hinchada de Cambaceres. Como se dice en la calle: Regalados. “Menos mal que no ganaron…sino…” nos dijo un funcionario policial.
El Docke con antecedentes.
En abril de este año, en un partido que disputaban ante Laferrere, barras de Dock Sud se cruzaron con la policía en las afueras del estadio e incendiaron una camioneta de la delegación visitante junto varios autos. Lo que obligó la suspensión del cotejo.
En octubre, se registraron incidentes tras el partido en el cual «Los Inundados» y Defensores de Belgrano empataron 1 a 1. Varios de los protagonistas terminaron lastimados, entre ellos el mediocampista del club de Núñez, Juan Manuel Sosa, quien denunció que fue agredido por dirigentes del club local. El de Defe se llevó la peor parte, sufriendo un corte en la ceja derecha producto de los incidentes ocurridos luego del partido.
Si bien regía una suspensión por 5 (cinco) fechas para la cancha del Docke, un comunicado de prensa de esa institución difundido días antes del cotejo con Talleres aseguraba que debido a: “un fuerte compromiso de las autoridades del club para la prevención de la ocurrencia de nuevos incidentes como los acontecidos en el último encuentro de local (en las afueras del estadio) y junto a una serie de medidas y reformas de estructura definidas por el organismo de seguridad, motivó la aprobación por parte de dicho ente, la habilitación transitoria de nuestro estadio»
La emboscada.
Lo cierto es que los simpatizantes de San Telmo, ante la prohibición de público visitante que rige en el fútbol argentino, se reunieron en el “Club Plaza Renunciamiento” (Nicolás Avellaneda e Irala) para observar por pantalla gigante lo que sucedía en Ensenada. Cientos de imágenes colgadas en las redes sociales prueban que allí se congregaron niños/as de todas las edades con sus padres enfundados con casacas telmistas.
Era una fiesta, pero apenas 5 o 10 minutos después de finalizado los partidos en cuestión; micros, autos y motos con barras de Dock Sud sindicados por la mayoría de los presentes, como pertenecientes a “Las Casitas” , fue en busca a modo de cacería de la gente de San Telmo. Provocaron con cánticos y casi sin mediar palabras comenzaron las detonaciones de armas de fuego.
Todo fue caos en el Renunciamiento y de acuerdo a lo que pudo averiguar AM y a lo que aportó a Télam distintas fuentes policiales, luego de la primera emboscada, hinchas de Telmo fueron en busca de los agresores, generándose sendas corridas en las cercanías de la estación de servicio ubicada en la intersección de las avenidas Nicolás Avellaneda y Debenedetti.
En un video casero difundido por TN se pueden escuchar por lo menos 70 disparos. Fue un milagro que las perdidas de vidas humanas no fueran mayores. Allí hubo varios destrozos y quema de autos, y hasta algunas fuentes creen que las balas podrían haber provenido de intercambios con la propia policía, ya que la los enfrentamientos más importantes en realidad fueron con los “agentes del orden”. De hecho al cierre de esta edición todavía queda una persona herida que se encuentra internada en el Hospital Fiorito con un impacto de bala de goma en el rostro.
Declaraciones cruzadas de los presidentes.
Los presidentes de San Telmo y Dock Sud mantuvieron un duro cruce televisivo en el programa conducido por el periodista Nelson Castro (TN). Vía telefónica, el titular de Dock Sud, Aníbal Campanini, aseguró haber hablado con la policía quien le mostró fotos de los incidentes «y no es como se está diciendo».
En ese sentido afirmó que «no hubo enfrentamiento, no hubo emboscada. Había cuatro o cinco muchachitos del Docke», remarcó y preguntó: «¿Cuántas camisetas de Dock Sud se vieron? Hubo gente que defendía su propiedad de la gente de San Telmo. La gente de Dock Sud no estaba ahí». De esta manera, Campanini hizo referencia a un posible ataque de la hinchada de San Telmo. Además, argumentó: «Conozco de chiquito a la barra y no estaba ahí». Los cuerpos de “Cochi” y «Javi» aún no habían sido siquiera velados.
Por su parte, en el estudio de TN, el presidente de San Telmo, Fernando Leiró, tras escuchar las afirmaciones de su par respondió indignado: «los muertos y heridos son de San Telmo». Pero fue mas allá de loa acontecido y consternado aseguró que «lo que me preocupa es que está fracasando todo. Ya se probó sin público visitante. Esta semana hubo cinco muertos. Se nos agotó la capacidad de acción. Ni la policía, ni los dirigentes, ni la AFA pueden hacer nada (…) acá tienen que trabajar los fiscales y los jueces. Si (los violentos) no van presos…los dirigentes no podemos hacer nada», agregó.
En el Diario no hablaban de tí…
Al otro día la mayoría de los medios de comunicación sobre todos los gráficos publicaron esta noticia en las secciones deportivas (Foto: Clarín y Tiempo Argentino) cuando mas bien deberían hacerlo en «Política» y/o en «Policiales». Regueros de tintas plagados de pavadas, que muchos «periodistas» de copy-paste difundieron sin siquiera chequear lo acontecido. Ni hablar de las opiniones sesgadas, repletas de comentarios discriminatorios sobre los habitantes de «la Isla», sin dudas signadas de una profunda ignorancia.
Cristián Daniel Sánchez no era un barrabrava. Padre de tres hijos, laburaba y estudiaba para se árbitro de fútbol. Su otra pasión era “el bombo y el platillo” por eso integraba “la murga los Amantes de la Boca”. Dicen que recibió un balazo en el pecho en momentos que ayudaba a levantarse del piso a un “pibe” que estaba en el suelo. Javier Araujo quien trabajaba en un hotel en la CABA, posteó semanas atrás en su cuenta de Facebook una foto con su familia: “Estoy volviendo a mi casa a encontrarme con mi mujer y mis hijos. Los amo…”.
No eran barras bravas, ni asesinos y no los olvidaremos. –