“No sé nada sobre la nueva ley”

El 9 de diciembre pasado se aprobó una norma que legalizó la venta ambulante de café. Sin embargo a semanas de esta votación la Policía de la Ciudad “secuestró” frente a la plaza Constitución, el carrito de una cafetera “por falta de habilitación”.
Cuando muchos vecinos se disponen a dormir quienes trabajan esta actividad arrancan con la preparación de la infusión. El madrugón tiene que ver con la posibilidad de cubrir un segmento horario donde prácticamente no hay locales abiertos que ofrezcan servicio de cafetería. Además los clientes son trabajadores humildes, muchas veces con salarios de subsistencia que vienen a trabajar a la ciudad desde distintas localidades del conurbano bonaerense.
Carmen Clavo Díaz (44), cafetera y vecina del Barrio Rodrigo Bueno fue sorprendida el jueves 27 de diciembre por funcionarios policiales quienes le solicitaron que exhiba un permiso u autorización del gobierno porteño para continuar con la actividad.
Los cafeteros pueden gestionar certificados de manipulación de alimentos, libretas sanitarias y hasta ser parte del régimen monotributista. Aún así por lo menos con la normativa anterior no estaban en condiciones de solicitar un permiso para trabajar en el espacio público. Tampoco lo tienen los centenares de trabajadores del espacio público o “manteros”. Por eso no se entiende la inquina con los cafeteros. Como sea Carmen no tenía a disposición el permiso requerido, y la policía procedió al secuestro del carrito, termos y mercadería al mismo tiempo que dio intervención a la fiscalía de turno.

¿Es legal la venta ambulante de Café en la Ciudad de Buenos Aires?
La legalización de los cafeteros ambulantes todavía no fue promulgada por el Ejecutivo, pero tiene “fuerza de ley” porque se cumplió el plazo desde su sanción. Se considera promulgado por el Ejecutivo todo proyecto de ley no vetado en el término de diez días hábiles, a partir de la recepción. Aún así, hasta que sea reglamentada, la ley está en una suerte de gris que puede dar lugar a malentendidos. Siempre es oportuno señalar que luego de un año de trabajo en legislatura se logró legalizar la venta de café ambulante con voto unánime de todos los bloques.

Los cierto es que luego de idas y vueltas todo se aclaró. A las 17.30 hs la fiscalía reconoció el error y solicitó a la Policía que devuelva a la vendedora de café su carrito con toda la mercadería.
Fidel Fernández, se retiró de la dependencia policial con un sabor agridulce. Por un lado colaboró en la recuperación del material de trabajo de su compañera, pero debió pasar siete horas y media hasta que se produjo la restitución, y según dice nadie ofreció al menos unas disculpas sinceras. –
La ley 6.518, que fue impulsada por la legisladora Lucía Romano (Coalición Cívica-ARI), autoriza a vender café en el espacio público porteño en forma ambulante, siempre que se realice por cuenta propia. Para la actividad se pueden usar carritos, triciclos o cualquier medio de transporte no motorizado. Para desarrollar esta actividad no hace falta una habilitación especial como sí lo exige el Código para los que venden alimentos en la vía pública.