¡Negros de mierda!

Pese a la libertad de vientres decretada por la Asamblea del Año XIII, la estima de Juan Manuel de Rosas y la abolición de la esclavitud por parte del primer texto constitucional, actualmente en la Argentina no hay negros. Por Gabriel Santagata
Se calcula que 60.000.000 de africanos fueron enviados a América, de los cuales sólo llegaron con vida 12.000.000, que ingresaron fundamentalmente a través de los puertos de Buenos Aires, Montevideo, Valparaíso y Río de Janeiro*.
¿Dónde están? Los que no fueron muertos por las condiciones en las que “trabajaban”, por las batallas y por cuestiones de salubridad, en gran parte emigraron a Uruguay**.
Hasta la “formalización” de la abolición de la esclavitud en 1853, la Ley de Rescate obligaba a los propietarios de esclavos a ceder el 40% de los mismos para prestar servicio militar; donde quienes desempeñaran cinco años completos de servicio obtendrían la “libertad”.
A las pruebas nos remitimos…es decir, que gran parte de la población de color que habitaba el territorio argentino fue la carne de cañón (por ejemplo) del Ejército del Norte comandado por San Martín y Belgrano. Y por otra parte, haciendo caso omiso del texto constitucional, Sarmiento hizo lo propio con los negros en la Guerra del Paraguay (1865-1870).
En la misma sintonía las mujeres e hijos de esos hombres y los sobrevivientes padecieron en Buenos Aires la fiebre amarilla en 1871 discriminados y abandonados por el resto de la sociedad. En síntesis, hacia fines de siglo XIX la mayoría de los hombres y mujeres negroafricanos que sobrevivieron a semejante genocidio, optaron por emigrar hacia el Uruguay.
Más allá que hacia los 90´llegaron a la Argentina un porcentaje considerable de hombres y mujeres de color, la frase “negros de mierda” no tiene relación la discriminación racial hacia ellos, ni con los de 1800. Quizás podríamos encontrar sus raíces hacia mediados del siglo XX, o un poco antes con los primeros asentamientos alrededor de la ciudad de buenos aires, las primeras villas, hacia fines de la década del 30 y principios de los cuarenta, y el posterior advenimiento del peronismo. Hoy en día “negros de mierda” es el modo más usual que utilizan los argentinos para discriminar fundamentalmente en lo social, económico y cultural. Por lo tanto, es utilizado por cualquiera que se considere superior en alguno o varios de estos aspectos. ¿Cuestiones de clase? Quizás de clase y de facciones de clase…
Para el argentino cualquier otro hombre que no sea de los países denominados del primer mundo puede ser un “negro de mierda”. No obstante, existe cierta escala donde la base de la pirámide la ocupan los peruanos, paraguayos y bolivianos. Con otros hermanos latinoamericanos tenemos otros tipo de discriminación que se acota a la xenofobia como con los brasileros y chilenos también por el fútbol, las tierras de la patagonia, etc. Sin embargo, más allá que no es muy usual escuchar decirle a un uruguayo, brasilero o chileno “negro de mierda”, ninguno de ellos está exento de serlo para un argentino. Sin hacer mucho esfuerzo se aprecia que entre estos países hay relaciones de asimetría o de desigualdad y nosotros (obviamente) somos más duros con quienes peor están. A su vez, los argentinos residentes en las provincias del norte del territorio pueden ser considerados por los demás argentinos como “negros de mierda”, al estar más cercanos a lo que sería el epicentro de la negrura excremental a nivel regional.
Pero no solo se aplica hacia afuera. Es más, la discriminación (el sentimiento de superioridad en alguno de los planos mencionados) está tan arraigada que lo que exportamos es solo la reproducción de lo que sucede en el seno de las entrañas de la sociedad Argentina. La gran mayoría de los argentinos (desde los sectores más marginados hasta las clases medias al menos) pueden ser llamados por otros “negros de mierda”.
Quien lee esta nota alguna vez habrá sido calificado de negro de mierda. Sí, vos ¡negro de mierda! Pero quien la escribe también. Yo, ¡negro de mierda!
Está tan naturalizado que hasta hay un “tema musical” denominado “negros de mierda” que dice “…parecen cucarachas que se amontonan en la basura, “negros de mierda”…” (sin comentarios)
El “negro de mierda” abarca todo y se nos mete por todos lados, como la mierda misma. El tachero le dice “negro de mierda” al piquetero, el piquetero al tachero y al colectivero, el colectivero al motoquero, y así sucesivamente, a los maestros, a los del subte, todos nos decimos… “negros de mierda”. Un estudiante le dice a quien no estudia que es un negro de mierda porque es un ignorante; y este le dice a otro que no trabaja que es un negro de mierda porque es un vago. Pero nuestros patrones, el gobierno, y otros más, nos dicen “negros de mierda” a nosotros. Eso si, “negro de mierda” es la puteada o el modo de discriminar del argentino por antonomasia, pero no se utiliza para cuestiones de homofobia. No señoras y señores, para esos casos, y solo para esos casos tan puntales aparece el “puto de mierda”. Pero eso otra nota.
*La presencia negroafricana en la Argentina: pasado y permanencia, por Miriam Victoria Gomes, Boletín digital de la Biblioteca del Congreso, Nº 9, 2006
** Existió un proceso de mestizaje en lo que hoy es el territorio de la República Argentina, pero no fue tan considerable como los hechos relatados más arriba, para hablar del bajo porcentaje de hombres y mujeres de raíces africanas.
Nota de interés:
https://www.alertamilitante.com/informes/561-negros-de-mierda.html