28/03/2024

“NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO EN PUERTO MADERO”

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Marino Sosa esperó a Alerta Militante en la fuente “de las Nereidas” (mas conocida como “Lola Mora” por el nombre de su escultora), ubicada frente a la entrada principal de la Reserva Ecológica Costanera Sur. La zona es transitada por miles de visitantes todos los fines de semana, quienes sin embargo poco saben de la existencia, a solo 200 metros, de un asentamiento urbano que alberga un promedio de 1.000 familias, o sea, unos 5.000 habitantes. Ni mucho menos saben su nombre: el barrio se llama Rodrigo Bueno (en adelante RB).
 
La población está integrada fundamentalmente por tres colectividades: peruanos, paraguayos y bolivianos, conformando una mayoría de extranjeros en edad adulta. Pero la población de niños nacidos esta última década empareja un poco la cosa.
La entrada al barrio no ofrece una grata bienvenida a los ojos de este cronista. La Policía Federal utiliza terrenos de la Reserva Ecológica como depósito de automóviles abandonados y / o secuestrados por causas judiciales. La jueza Elena Liberatori, atenta a semejante dislate, ordenó al gobierno porteño que desaloje el depósito de autos, pero además dispuso la realización de un estudio epidemiológico de la población del asentamiento. “Nos dijeron que a fines del año pasado iban a retirar unidades… siempre promesas”, se queja Marino.
El Jefe de Gabinete Porteño, Rodríguez Larreta calificó de “disparate” el fallo de la magistrada, asegurando que el predio se encuentra en una zona donde “no hay infraestructura adecuada para que la gente viva”. Las manifestaciones del ahora ex candidato a suceder en el Gobierno de la Ciudad a Mauricio Macri, cuanto menos pueden ser consideradas contradictorias, por el apoyo que le brinda la gestión macrista al “holding” IRSA, que proyecta la construcción de un megaemprendimiento en la zona, con viviendas de lujo y espacios de recreación marina.
 
Es paradójico pero “mucha gente de acá levantó paredes de los edificios de Puerto Madero, ya que muchos de los vecinos somos albañiles” afirma Marino. Los habitantes de la “Rodrigo Bueno” no tienen dudas; se puede edificar y por lo tanto urbanizar el barrio. El prestigioso arquitecto Jaime Sorín, realizó un completo informe junto a especialistas del Instituto Gino Germani y del Conicet. El estudio de factibilidad, que da cuenta de la inexistencia de impedimentos para urbanizar o construir, fue aportado a la jueza.
 
Mientras tanto, sin ayuda del Gobierno de la Ciudad, el barrio mejora sus condiciones de vida. Dos panaderías, una carnicería y varias verdulerías están apostadas en el medio de los pasillos y pequeños pasajes del RB. “Al principio comprábamos mercadería en los negocios de San Telmo. Cuando instalaron el astillero Tandanor (Talleres Navales), empezaron a venir muchos camioneros, y entonces se comenzaron a instalar comercios dentro del barrio. Además viene mucha gente de las parrillas al paso de la Costanera a comprar”,nos cuenta Marino.
 
Los habitantes del Rodrigo Bueno utilizan los servicios del Centro de Salud Nº 15 (Humberto 1º 470)y según el caso, el Hospital Argerich. “En la salita la atención es excelente. Ojo que lo fuimos ganando de a poco. No nos daban bola al principio, no nos querían atender porque sólo actuaban en una determinada área de influencia y te pasabas un metro y no te atendían”.
A veces sufren discriminaciones, otras tantas prefieren automarginarse: “La mayoría de los chicos van a la escuelas de San Telmo y no pueden traer a sus compañeros acá”
 
El barrio muchas veces es adjetivado de manera peyorativa como villa. Dicha calificación no es casual, tiene que ver con conceptualizaciones construidas por minorías de buen vivir, que imponen su propia cosmovisión de mundo. En ese sentido, son constantes las quejas de vecinos “clasemedieros” y hasta pobres, quienes acusan (en el último caso) a sus pares de “ocupasque no pagan impuestos. “La culpa no la tenemos nosotros. Si no hay una política de gobierno para que nosotros podamos pagar, no nos queda otra que seguir sobreviviendo de esta manera,afirma Marino al mismo tiempo despeja dudas y aclara –“Si tuviéramos un plan de vivienda que podamos pagar de a poco no dudes que lo utilizaríamos. No nos gusta vivir así”.
Los habitantes de la “Rodrigo Bueno” no tienen dudas; se puede edificar y por lo tanto urbanizar el barrio.
Foto AM

 “A la larga todo nos sale mas caro. Hasta el agua la compramos en bidones. El gas nos sale caro (garrafas) y no podemos utilizar la luz porque revienta todo. Cuanta más gente use el servicio de luz y el agua, baja la calidad o directamente se corta. Hace más de un año instalaron unos caños de agua, pero AySA no realiza la conexión. De todos modos, estas últimas semanas hicieron una recorrido y me pidieron la sentencia para ver qué pueden hacer.” agrega. Con Edesur las cosas no son muy diferentes, “pusieron una caja” pero no soluciona el problema de fondo que podría sortearse con la instalación de un “transformador”. En los inviernos todos los días tenemos corte de luz. Accidentes de electricidad por la alta y baja tensión son constantes. Los artefactos acá no duran y la garantía no te cubre, porque estas en una zona considerada peligrosa y no te lo vienen a arreglar” se queja Marino.

 
Todas las viviendas tienen pozo ciego, que son vaciados semanalmente por vehículos de tipo atmosféricos del Gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires. La basura es retirada cotidianamente por los camiones que entran con normalidad al barrio.
 
Para Marino con la gestión de Mauricio Macri, la situación del RB “no mejoró ni desmejoró”. Es más, ignora nuestra presencia y no tiene propuestas en materia de políticas de vivienda”.
 
La mayoría de los vecinos tiene trabajo (ya sea formal o informal), sin embargo, es de uso común vincular al barrio con la delincuencia, y en esa línea, con la inseguridad. Para Marino no vale la pena profundizar acerca de lo que considera una calumnia. Sin embargo solicita a las autoridades mayor compromiso con programas de formación y capacitación (de oficios), para tener mayores posibilidades de entrar “al sistema como corresponde”.
 
Según Marino el barrio no está “politizado”. Todavía quedan recuerdos de una serie de malentendidos que terminaron en un escándalo con acusaciones de corrupción cruzadas entre los propios vecinos, y éstos con funcionarios de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman. Para erradicar el barrio, las mencionadas gestiones comunales ofrecían subsidios para que las familias compren terrenos fundamentalmente en el conurbano. “Se fueron entre 157 y 159 familias de las 400 que habitaban el predio en esa época. Pero muchos cobraron el subsidio y volvieron, porque no alcanzaba para nada.
 
Pero lo más grave fue la división de los habitantes, que según Marino fue fomentada por “la política”. El rumor que finalmente no se corroboró en la justicia dejaba traslucir que algunas familias cobraron más de un subsidio. Este tipo de situaciones generó conflictos internos y por ello, desde ese momento, son muy cautelosos con los dirigentes políticos que acercan al barrio sus propuestas políticas. Sin embargo Marino mantiene una buena relación con Carlos Chile (Secretario General de la CTA Capital), quien lo asesoró y lo acompañó con el MTL (Movimiento de Trabajadores y Liberación), de reconocida experiencia en cuanto a cooperativismo de vivienda en la Ciudad. “Pero siempre le digo…Carlitos…hasta ahí no más…” (risas)
 
Un almacén de ramos generales en uno de los pasillos del Barrio. Foto AM
 
Marino no aceptó “el subsidio”  porque no le “alcanzaba para comprar un terreno, ni siquiera para alquilar”. En ese entonces, presentó un proyecto de vivienda contemplados en la ley 341 (establece la concesión, por parte del Instituto de Vivienda de la Ciudad créditos a hogares de escasos recursos y en situación crítica habitacional, a Cooperativas, Asociaciones Civiles, Mutuales, etc) pero no obtuvo respuestas concretas.
“Si la comuna hubiera ofrecido a través del IVC alguna propuesta seria, la gran mayoría de los habitantes se mudaba”afirma el delegado de la Rodrigo Bueno. Si bien algunas familias aceptaron, muchas otras, con el patrocinio de abogados de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, optaron por quedarse en esos terrenos.
 
Desde entonces, cualquier tipo de negociaciones con el Gobierno de la Ciudad se realizan con mucha prudencia “porque pueden traer malas interpretaciones con el resto de los vecinos”.           
 
La población del barrio comenzó a tener la dimensión actual aproximadamente desde el año 2000. En la actualidad el barrio está más asentado que nunca, pero aún así sus ocupantes en general no promueven su crecimiento. “No se puede evitar que a veces se sume alguna familia. Lo que si se logró es preservar algunos sectores para poder hacer en el futuro, por ejemplo, una salita; tampoco hay muchos alquileres”.
 
Marino luce cansado. Este cronista intuye que es por causa de una larga jornada laboral y el viaje en colectivo desde la estación Chacarita, para caminar hacia su hogar desde la estación “Leandro Alem”. De golpe, mirando al cielo, se larga “estoy saturado, veces trato de evitar hablar con la prensa. Tenés que luchar con la gente de afuera y con la gente de adentro para poder llegar a entenderse con las colectividades. Caí enfermo, estuve mal dos meses”
 
Los vecinos no descollan en participación, más bien descansan en una Comisión Vecinal que se reúne periódicamente. “Saben que somos referentes, y para la mayoría está bien. Entonces nadie se mete, y la carga de todos los problemas es para unas pocas personas”.
 

Pero cuando habla de su familia, le vuelven a brillar los ojos. Sabe que sacará fuerzas de donde sea para que sus hijos no transiten por los mismos lugares que él en su juventud.

Marino Sosa con un ejemplar de la Revista Alerta Militante en la entrada del barrio Rodrigo Bueno. Foto AM

VITAE: Marino Sosa, 50 años. Peruano.
Simpatizante de la “U” (Universidad, equipo de futbol de Lima, Perú) en su patria e hincha de Boca en su país de adopción. Participó de las recientes elecciones peruanas. En el RB se empadronaron muchos vecinos que participaron de los comicios. Marino apoyaba a al ex presidente Toledo. Ahora en el balotaje votará a Ollanta Humala. “Una experiencia muy linda, conocí a muchos paisanos y vamos a continuar reuniéndonos para seguir trabajando en algunas actividades de la colectividad. Acá la mayoría son “Chinos” se van para Keiko (Fujimori,) dice desencantado”

 

LA JUSTICIA SE DIO UNA VUELTA POR EL BARRIO
El fallo de la jueza Elena Liberatori (titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 4 de la CABA) ordena al Gobierno de Mauricio Macri que envíe a la Legislatura porteña un proyecto de ley para “sacar los terrenos de la villa de los límites de la Reserva”, ya que, si bien la Reserva Ecológica data de 1986, los primeros habitantes llegaron al sitio en cuestión en 1980.
 
Hace 30 años los primeros moradores se asentaron a orillas del río sobre precarios refugios. En ese entonces, la zona solo era utilizada por los moradores de la gran Ciudad los fines de semana aprovechando las grandes extensiones de pastizales para esparcimiento. La urbanización de la zona preocupó a las gestiones de gobierno de turno, en paralelo a la construcción de modernos edificios en Puerto Madero, hoy con status de barrio. Pero sin dudas los habitantes de la Rodrigo Bueno comenzaron a incomodar a sus adinerados vecinos en demasía, tras la compra de los terrenos cercanos de la ex Ciudad Deportiva de Boca por parte de la empresa IRSA, para construir un barrio de lujo, con el nombre de “Santa María del Buen Ayre”.
 
La Jueza tomó nota y no dudó en relacionar y asegurar en los fundamentos del fallo que “el verdadero conflicto reside en la tensión existente entre los derechos fundamentales de los habitantes del predio y las actividades inmobiliarias proyectadas, y en el rol asumido por el Gobierno, inveteradamente en disfavor de los primeros”.
 
El tirón de orejas a las políticas sociales de la gestión PRO se evidencia en varios pasajes de la sentencia: “Tanto los desalojos como los subsidios sólo constituyeron políticas de corte expulsivo y que en ningún momento se intentaron políticas de inclusión y de reconocimiento y eficacia del derecho a la vivienda digna”.
 
En las gestiones de Aníbal Ibarra (2000-2006) y Jorge Telerman (2006-2007) se ofreció subsidios a quienes aceptaban irse del lugar; de ese modo abandonaron el asentamiento unas 175 familias. Sin embargo, muchos terminaron volviendo meses después y se instalaron en casas de familiares o como inquilinos.
 
CAR CEMENTERY
Una actuación de la Defensoría del Pueblo de 2009 intimó a las autoridades porteñas y de la fuerza policial a “desactivar” el depósito de chatarra que contaminan terrenos de la “Reserva Ecológica”. Además, la Defensoría recomendó que “se determine el estado de contaminación del suelo y, de ser necesario, se adopten medidas que lo remedien”. Este verdadero cementerio de autos se convierte en hábitat ideal para todo tipo de insectos (vectores del dengue), siendo insoportable el olor hediondo los días de lluvia, y causa de enfermedades cutáneas y respiratorias de los vecinos.
 
El informe de la Defensoría aseguró en ese entonces que “al degradarse, los automotores liberan combustibles, lubricantes, líquidos para freno o refrigerantes que -al igual que los neumáticos, las baterías, los sistemas de aire acondicionado y otras partes del automotor- contaminan el ambiente”.
 
La actuación se originó el 22 de octubre de 2008, a raíz de la denuncia presentada por el doctor Joaquín Bovisio, médico sanitarista e integrante de la Comisión de Salud de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. El depósito de vehículos denunciado por los habitantes de la villa está ubicado en la entrada del asentamiento a 1.800 metros de la avenida España y a escasos metros de las lagunas de Los Patos y Los Coipos, que integran la Reserva Natural Costanera Sur, un área protegida por la legislación vigente, por su significativa contribución a la conservación de la diversidad biológica. “Es contradictorio: si hay un proyecto de vivienda acá, entonces de que ecología estamos hablando. La Reserva Ecológica debería preocuparse de este proyecto de IRSA, en lugar de querer erradicar el barrio Rodrigo Bueno” asegura Marino.
 

 

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