"¿DE DÓNDE VENIMOS, DÓNDE ESTAMOS Y HACIA DONDE VAMOS?"
Pasada las 12 del mediodía, de punta en blanco, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner asentó su firma en los libros de honor de ambas cámaras legislativas. A su entrada, escoltada por el vicepresidente Julio Cobos y el Presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, fue recibida por una lluvia de papeles blancos con letras azules en su apoyo. Minutos después dio un discurso que la caracteriza y a los que va acostumbrando. Duraderos, cargados de datos y sin un mínimo guión. Nada de discursos escritos. Con cadencias, puntuaciones, énfasis en el tono de voz en el momento preciso; guiños y golpes a quienes consideró. Ni más ni menos. Oratoria indiscutible.
Fernández de Kirchner presentó tres preguntas que a lo largo de su hora y cuarto de disertación se auto respondió: “¿De dónde venimos, dónde estamos y hacia donde vamos?” Lo primero es lo primero. ¿De donde venimos? Esta es una pregunta de respuesta fácil y más aún cuando no se hace cargo de ese pasado al que se critica. “De una sociedad y una Argentina volátil y desequilibrada” se contestó la mandataria.
¿Dónde estamos? En este punto legitimó su mandato y el de su marido, principalmente, como el mejor de los gobiernos argentinos en los últimos cien años. Modestia aparte, la mandataria hizo borrón y cuenta nueva con toda la historia del país. Esta consideración a los mandatos del matrimonio está dada por el modelo aplicado desde el año 2003, de acumulación, diversificación y distribución social. Camino ratificado en su plenitud que “en números sociales esto se traduce en la reducción del índice de desocupación”. Afirmó que el objetivo será llegar al bicentenario con el índice de pobreza en un dígito. Consideró como límite tolerable los 5 puntos en el índice de desocupación.
Es en este momento en que realizó el llamado a los distintos sectores políticos y sociales en ser partícipes del “Acuerdo del Bicentenario”. De este acuerdo se desprenden los “capítulos” económicos, de infraestructura económica y social, el del conocimiento y de salud y desarrollo. En lo económico Fernández ratificó el compromiso del Estado en la administración de los recursos y en la continuidad del modelo de acumulación y desendeudamiento, al que denominó “un modelo de racionalidad e inteligencia”.
En cuanto a los proyectos de infraestructura, anunció un plan de desarrollo estratégico para cada una de las provincias. Destacó que “la energía es un problema del mundo y de la región (…) hay que afrontar esta verdad con mucha tranquilidad”.
Subrayó que para salvar los problemas emergentes de esta situación es importante la incorporación de Venezuela al MERCOSUR. “No es personal, ni amiguismo político, es un ejercicio de racionalidad para cerrar la ecuación energética en América Latina”. Además agregó que la integración con el bloque de países de América latina debe ser equitativa,
“esa es la clave de la Unión Europea”.
Habló del refuncionamiento de los trenes de la línea Roca y San Martín y de la creación de un tren de alta velocidad, llamado “tren bala”, considerándolo un “Salto a la modernidad”. Para hacer frente a las críticas recibidas por este proyecto, hizo una comparación con lo sucedido en España cuando el PSOE debió enfrentar críticas y polémicas para la instalación del sistema ferroviario que une Madrid y Sevilla.
En el capítulo de conocimiento, tal vez haya sido el área de educación en el que más enfatizó a lo largo de su discurso. Anticipó el lanzamiento de un plan de financiación a las escuelas primarias y secundarias. Recordó que cerca del 65% de las escuelas privadas están subvencionadas por el Estado. Hizo un llamado a los trabajadores en cumplir con los 180 días de clases acordados. Determinó: “queremos las escuelas públicas abiertas todos los días del año para los hijos del pueblo”.
De Ciencia y Tecnología remarcó la creación de ministerio. Hizo un llamado a la reformulación del concepto “autonomía universitaria”; alentó a la sanción de una nueva Ley de Educación Superior y exhortó a las Casas de altos estudios a comprender la necesidad del país y sus tiempos históricos.