29/03/2024

¡100 SENTENCIAS YA!

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Jorge Julio López tenía 76 años cuando desapareció y no se supo más nada de él. Su familia vive un calvario desde aquel día. El compañero López había testimoniado en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz. Los centros clandestinos "Pozo de Arana" y la Comisaría 5º de La Plata parecían un siniestro recuerdo que revivía una y otra vez en la mente de López quien no se imaginaba que volvería a vivir la muerte. Hace casi 25 años que los militares dejaron el poder. Sin embargo, algunos hechos reviven los más oscuros años del pasado argentino. Es por ello que Carlos Grela apela a la conciencia ciudadana, a la sociedad -que somos todos, no sólo los militantes históricos de las organizaciones de derechos humanos- para que la, tantas veces bastardeada justicia, sea una realidad. Carlos Grela apela al compromiso colectivo para construir una sociedad más libre.

“¡100 sentencias ya!, es una convocatoria que parte de reconocer que todos somos testigos. Que somos concientes del proceso político, social, económico y cultural de la Argentina en tanto ciudadanos de este país y, mínimamente informados, al menos. Que todos estamos comprometidos para atestiguar o presentarnos a testimoniar en función del esclarecimiento de tantos crímenes atroces; en fin, de lo ocurrido durante la última dictadura militar y la acción policial durante la misma. Que todos somos testigos, y que además podemos ser testigos concretos. Pero también, todo aquel que se comprometa no puede ser desaparecido como Jorge Julio López o incluso, como le sucede a militantes juveniles y estudiantiles que son amenazados como así también jueces, funcionarios del gobierno, fiscales y todo aquel que participa en la vida social y política, no puede ser intimidado, secuestrado por unas horas, tajeado, amenazado o golpeado por policías de uniforme o por nadie con esa alevosía característica de los que se valen del uniforme para amenazar hasta chicos de 15 o 16 años. Entonces, toda esta ola de miedo y de impunidad tiene que ver con que no se haga justicia y que no se reabran viejas causas. Pero, a su vez y por otro lado, gran parte de la sociedad cree que todo esto, es un problema que tenemos los militantes de las organizaciones de derechos humanos contra las mafias policiales o contra el Estado; pero lo que no entienden es que esto es un problema de todos”.

Patio de Deportes de San Telmo

Carlos Grela

Aunque la respuesta sea obvia, te pregunto ¿por qué? ¿Qué le contestarías a los que piensen de tal forma?  
“Porque una estructura judicial sana y un servicio de seguridad civil sano sería bueno para todos los ciudadanos y no sólo de los militantes de derechos humanos”.

¿Cuáles son los pasos a seguir en esta convocatoria?
“Primero te aclaro brevemente qué significa ¡100 sentencias ya! Esta propuesta creemos que es lo que debería ocurrir si el sistema judicial operara con eficacia, con ética en todos sus sectores, si tuviese la estructura que, evidentemente, está lejos de tenerla y si ese sistema judicial no estaría permanentemente preocupado por los actores del poder. Por ejemplo, lo que sucede en algunas provincias del país en donde distintas empresas casi o prácticamente le ordenan a los jueces federales, de tales provincias, como deben actuar. Entonces, lo que decimos es que todo esto ocurre, las intimidaciones y los hechos mafiosos, porque hay demasiado espacio para la impunidad.

Sino habría espacio para la impunidad no habría espacio para las amenazas.
Si el sistema judicial funcionara correctamenteproduciendo, por ejemplo, 100 sentencias firmes, estos personajes que amenazan y que buscan la impunidad, se diluirían rápidamente”.

¿Quiénes adhieren a la propuesta?
“Pretendemos que sea un hecho vivo. Que sea un programa que enriquecería la participación ciudadana y del universo de organizaciones sociales y culturales en todo el país. De manera que, las organizaciones se apropien de la campaña, le den el color, la forma y la originalidad que provenga de su propio quehacer en la confección de todo tipo de actividades porque buscamos la atención de la sociedad y la tensión del Estado para resolver problemas concretos de la manera más eficaz posible. En fin, pretendemos demandas al Estado, tanto al poder ejecutivo como el judicial, como también una demanda hacia la sociedad para que reflexione y tome conciencia. Porque esta propuesta, como te decía, no es patrimonio de los organismos de derechos humanos sino que luchamos para dejar un país serio, justo y mejor. Así como las Abuelas de Plaza de Mayo han provocado un avance cualitativamente importantísimo en la Argentina, con la tecnología de la base de datos y del banco nacional de datos genéticos, con el derecho a la identidad, del mismo modo el resto de los organismos de derechos humanos luchamos para dejar un país mejor a nuestros hijos”.

Carlos, una breve reflexión. Más allá de lo que comentás y de los puntos que aún permanecen oscuros en la justicia argentina, ¿no creés que este gobierno, por lo menos en materia de Derechos Humanos, no hizo bastante? No se trata de ser más papista que el Papa pero recuerdo las críticas de vastos sectores acerca de la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final y, sin embargo, el gobierno siguió adelante.
“Son pasos fundamentales. La decisión política del gobierno que vos mencionas como que la Corte Suprema de Justicia se promulgue sobre los indultos son pasos fundamentales para que los organismos de derechos humanos no deban recurrir al exterior. La anulación de las leyes consiguió que pudiéramos volver a hacer justicia nosotros mismos y esto es valiosísimo. Por eso incluso, cuando los organismos llamados históricos, las Madres y las Abuelas, la Línea Fundadora, y el premio Nobel Pérez Esquivel, la agrupación HIJOS, familiares y víctimas de desaparecidos, el movimiento ecuménico, etc., marchamos el 6 de octubre aclaramos que no era contra el gobierno. Era una demanda de verdad y justicia pero no necesariamente contra el gobierno, al contrario, reconociendo la capacidad de la decisión política del gobierno de volver a impulsar el proceso de verdad y justicia, nosotros lo que hacemos es proponer y buscar, justamente con el gobierno, todas aquellas cuestiones que observamos, justamente con la sociedad civil, porque nadie debería sentarse a esperar que el gobierno resuelva todo. Tampoco somos oficialistas, sencillamente, buscamos cumplir el rol que tiene la sociedad civil y buscar, responsablemente, trabajar junto al Estado en hechos que no son ajenos a mí en tanto ciudadano. Tampoco somos opositores. No se trata de eso. Simplemente de sentarnos a tratar ciertos temas con el Estado”.

Sería importante que el pueblo se apropie de tales consignas. Que no delegue. Que acompañe. O, mejor dicho, que acompañe a las ideas de personas como Carlos Grela.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos es un organismo multisectorial fundado en 1975 en respuesta a la creciente situación de violencia institucional que avanzaba en el país. A partir del golpe de Estado se trabajó junto a otros organismos de derechos humanos, en la difícil tarea de la resistencia política a la dictadura.

*Redacción Alerta Militante

 

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