19/04/2024

"EN NINGÚN LUGAR DEL MUNDO EXISTE UN PAÍS EN EL QUE SE PUEDAN PONER LAS MANOS EN EL FUEGO POR TODOS"

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Conversamos con Luis D´Elia y Humberto Tumini.

La ciudad es un caos. El calor agobia, aplasta. Cortes y más cortes con unos escasos integrantes en cada manifestación impidiendo la libre circulación. Hace 6 años participé en reiterados piquetes, marchas y contramarchas pero otra era la historia. ¿La sociedad como este periodista se derechizó? Puede ser… ¿Derechizarse significa cansarse del fascismo de los cortes sin ton ni son? ¿Existen límites a la protesta social? ¿Son legítimas las protestas impulsadas por fascistas que se creen amo y señor de las calles armando barricadas mientras que otros líderes piqueteros o no, entiende que la revolución está a la vuelta de la esquina sin importar las consecuencias de su intransigencia? Otros, mientras tanto y en ese mismo caluroso 20 de diciembre, se juntan en el hotel Bahuen a otorgarle su apoyo a la presidenta. Este grupo de dirigentes recita un discurso antiimperialista como si las hojas del calendario estuviesen estancadas en 1945 y le intentan marcar la cancha a Cristina. Festejan una renovada chance de “figurar” en un momento en que parecían destinados al ostracismo, dejados de lado por los barones del conurbano y los caciques del peronismo tradicional de la provincia de Buenos Aires. Pero, como el ave fénix, vuelven y pretenden volar más alto que Ícaro. D´elia y compañía opinan que sus alas no serán de cera como las que fabricó Dédalo y no tiene miedo que se les derritan al acercarse a los potentes rayos solares que iluminan al banquete real del cristinismo. 


Luis D’Elia

“Esperame un segundito”, me dice Luis D´ Elia mientras abraza a unas compañeras. “A las seis me voy a una cena encuentro con un grupo de dirigentes de la Federación de Tierra y Vivienda en Rosario, tengo poco tiempo”. Esta vez, el líder piquetero no tomó la palabra y le cedió el micrófono a Hugo Yasky de la CTA y a la recién electa diputada por la provincia de Buenos Aires, Victoria Donda, nieta de desaparecidos, quien leyó un documento de Hebe de Bonafini mientras un grupo de cinco jóvenes cantaba consignas contra Estados Unidos, el imperialismo y los “cipayos” de acá: Carrió y compañía, mientras agitaban bien alto unas rojas banderas. Estaban acompañados por Fabio Basteiro –Aerolíneas- Humberto Tumini –Patria Libre, grupo piquetero cercano al gobierno K-, María José Lubertino –presidenta del INADI-, Patricio Etchegaray –presidente in eternun del Partido Comunista Argentino- y una decena más de dirigentes piqueteros como Pérsico, con su barba inconfundible similar al mago de “El Señor de los Anillos”.

A 6 años de la huída de Fernando de la Rúa de la presidencia, mientras la Argentina se desangraba en las calles, Luis D´Elia recuerda aquella jornada histórica: “El 20 de diciembre abrió un tiempo nuevo, un tiempo distinto, un tiempo en el cual la Argentina buscaba democratización, un nuevo espacio en la política y su renovación, posiciones firmes respecto del interés nacional. Bueno, que a seis años, el Congreso argentino este repudiando a los Estados Unidos con una posición profundamente antiimperialista, a mí me llena de alegría”. ¿Por qué? “Porque se favorece lo construido en la región, donde tratamos entre todos de construir una alternativa a la neoliberación conservadora y a la globalización de los grandes grupos económicos que han dejado postradas a las  dos terceras partes de la población mundial”. Afirma que “más allá del incidente diplomático con los Estados Unidos, hoy es un día de fiesta”.


Humberto Tumini

Para Humberto Tumini, el 20 de diciembre, “aunque en ese momento no se notó, abrió la posibilidad de abrir otra Argentina porque echaron por la borda la vieja Argentina de las relaciones carnales y del neoliberalismo. Fue un parto doloroso que todavía no ha terminado pero esto que, los Estados Unidos, se ensañen con el gobierno argentino y que nosotros le contestemos con semejante nivel de dignidad es el fruto de lo que logramos en aquellas jornadas históricas. Hay una relación entre la Argentina que se derrumbó el 19 y 20 de diciembre y esta Argentina que está naciendo hoy”.

En cuanto al caso de la valija. ¿Operación de la CIA o un acto de corrupción digno del menemismo? ¿Cómo se explica que el gobierno argentino hace cuatro meses tenía un altercado con el mismísimo Hugo Chávez y le suplicaba que Venezuela se hiciese cargo de las culpas por el intento de ingresar a la Argentina al “maletero” Antonini Wilson, y en diciembre del mismo año, el mismo gobierno –lo único que cambió fue que se invirtieron los roles del matrimonio presidencial- despotrique contra la CIA y la acuse de armarle una inmensa operación en su contra?

Luis D´Elia toma la posta nuevamente, se siente orgulloso de haber sido uno de los primeros en hablar de esta teoría conspirativa llamada “operación basura” según la presidenta argentina y/o “operación golondrina” según el líder piquetero. D´Elia cree fervientemente y, dice, tener las pruebas de que la CIA le plantó una valija al gobierno argentino para deslegitimar su poder en la región y ante los propios ciudadanos: “Dios escribe derecho en renglones torcidos. Un episodio en el cual uno empieza operando desde la propia convicción y desde la propia cosmovisión se termina transformando en el hecho antiimperialista más importante, casi de la década, te diría. Así que bueno… en buena hora”.

D´elia me habla mirándome fijamente, bien de cerca, mientras que otros observan y escuchan qué le pregunta este cronista al líder, lo mismo sucederá luego con Tumini, un hombre con escasa paciencia y bastante intolerante. Su debate en un canal de cable con Mariano Grondona enfrentando al diputado Sánchez de la Coalición Cívica es un ejemplo de manual de las justificaciones totalitarias de una época y de una forma de hacer política y crear discursos; además de demostrar cómo las izquierdas y las derechas extrañamente se parecen más seguido de lo que uno pueda suponer.  

Muchos se preguntan de dónde saca la información los Estados Unidos pero, y de dónde saca el ex funcionario del gobierno, Luis D´Elia su contrainformación: “A mí me llegó la información, desde hace cuatro meses, por intermedio de la inteligencia venezolana y luego la chequeé y ratifiqué con la inteligencia brasilera”.

Si el complot lo armó Estados Unidos, seguramente hubo una complicidad local y según tu apreciación participaron algunos o, por lo menos, un gran multimedio argentino… “No te lo voy a decir, te voy a dejar con las ganas (sonríe D´Elia ante el guiñó cómplice de este cronista). No te lo voy a decir pero hoy hay tres  países que dicen que fue la CIA y que son Argentina, Uruguay y Venezuela, ellos tienen más datos que yo… pero yo tengo más datos, muchos más pero hoy todavía no te lo puedo decir”.

Aunque no lo diga, hace referencia, dicen off de record en pasillo, del grupo Clarín impulsor e instalador de la agenda pública del caso Antonini Wilson.

La última, le digo, ¿qué pensás de Uberti? D´Elia me mira, sonríe, se lleva la mano izquierda a su boca y se la tapa. La respuesta es clara.
Ahora bien, si en un gobierno nadie pone las manos en el fuego por nadie, ¿cómo se puede confiar en aquellos que dicen que acá no hay ni hubo corrupción salvo casos aislados? ¿Se pueden hacer negocios espurios sin el guiño del jefe o sin que la cabeza se entere? ¿Negación de la realidad a lo Fernando De la Rúa o un robo para la corona a lo Carlos Saúl Menem?

Le pregunto a Humberto Tumini las razones por las cuáles el caso cobró nuevamente relevancia a escasos días de asumir la nueva presidenta y no antes, cuándo, quizá sí, se podía modificar un resultado electoral: “Me parece que eso tiene que ver con que, probablemente, si ellos hubieran atacado a una candidata presidencial que iba ganando claramente las encuestas de las elecciones y que iba a ganar en primera vuelta, la acusación de injerencia en los asuntos internos argentinos iba a ser infinitamente mayor. Porque si los Estados Unidos, hacían una acusación de este tipo, en el medio de una campaña electoral, hubiese estado clarito que estaban tratando de incidir en el resultado. Me parece que ellos si veían la posibilidad de torcer el resultado electoral, lo hubieran hecho pero evaluaron que era imposible de modificar la victoria del Frente para la Victoria. Ahora sí, después que asumió Cristina Kirchner, pasaron unos pocos días y lanzaron esto para, como quien dice, marcarle la cancha. No se si recordás que, cuando Néstor Kirchner asumió, en mayo del 2003, en la primer editorial del diario La Nación, Claudio Escribano –su director en aquel momento-, dijo que: acababa de llegar de los Estados Unidos de una reunión con los grandes empresarios del mundo y ellos veían con agrado un gobierno débil y que los argentinos habíamos elegido un gobierno débil que durase solo un año. O sea, el diario y su director, marcaron e hicieron de voceros de los grandes empresarios cómo tenía que ser el gobierno de Kirchner y la visión de que no tenía ninguna posibilidad”.

Tercera pregunta a Tumini sobre quienes serían los responsables de esta inmensa conspiración, en caso de existir: “Está claro que es el gobierno norteamericano con el coro de cipayos que habitualmente hay en esta tierra que reproducen, amplifican, agrandan y todo lo demás. Esto fue armado por agentes del estado norteamericano”. Ahora bien, ingreso al terreno de las suposiciones que para ellos son verdades inocultables (creo que las creen realmente o quieren creer tales engaños); ¿la bolsa de Felisa Miceli también la plantó la CIA, en Southern Winds no hubo responsabilidad del gobierno, el caso Skanska que tuvo que ver EEUU, el caso Grecco o los sobreprecios en las obras públicas del ministro de Planificación, Julio De Vido, y ni hablar de las tierras regaladas a los amigos del presidente y de la presidenta en Santa Cruz denunciados por algunos pocos periodistas?:Néstor Kirchner dijo que él no ponía las manos en el fuego por nadie. En ningún lugar del mundo existe un país en el que se puedan poner las manos en el fuego por todos. Sí creo que este gobierno ha sido uno de los gobiernos de los últimos 50 años en que los procesos de corrupción han sido endémicos del gobierno. Puede haber corrupción pero no es parte total del gobierno como sí fue con el menemismo, con Fernando De la Rúa o como fue durante la dictadura militar y así sucesivamente. Creo que este gobierno y el de Arturo Illia, los casos de corrupción fueron aislados e inmediatamente –absorbidos- digo, separados quienes podían llegar a estar relacionados con esos casos. Bueno, yo creo, que habla muy bien del gobierno. ¡¡¡Pretenden enlodar al gobierno por un acto de corrupción!!! Para eso se apoyan, justamente, en cosas como esta del gobierno norteamericano y de los que reproducen acá semejante arbitrariedad y semejantes porquerías”.

Entonces reconoce que Uberti cometió un error. Funcionario emblemático y denunciado desde el 2003 por Elisa Carrió como el “cajero” o el “recaudador” de la campaña de Néstor Kirchner basándose en testimonios de empresarios pesqueros, uno de ellos asesinado misteriosamente por esos acalorados días proselitistas; el día del escándalo de la valija de Wilson, integraba la comitiva oficial siendo el encargado del control de los Peajes y de las rutas y autopistas argentinas “¡¡¡No se!!! No lo conozco… Pero lo primero que hicieron fue separarlo porque si cometió un error, no lo puede haber cometido, y sino cometió un error, peor. Ahora yo te pregunto si este muchacho Antonini Wilson que vivía en Miami desde hace muchos años aparece con un grado de inocencia tremenda mostrando -¡¡¡mostrando!!!- una valija con 800.000 dólares en la Aduana argentina, porque es la Aduana argentina la que dice que llevaba esa plata… Entonces, este señor, ¿no tenía relaciones previas con EEUU? La justicia norteamericana dice que sí pero solo después de lo de la valija. ¿Es creíble eso? ¿O metieron un muchacho con una valija, lo hicieron pasar por la Aduana para ensuciar posteriormente al gobierno argentino? ¿Va a ser la primera vez que el gobierno norteamericano hace eso? Hay enormidades de operativos de ejemplos de ese tipo. Es difícil explicar, sinceramente te digo, reconozco que vino en un avión de ENARSA y bueno… pero si traía el dinero para la campaña de Cristina, lo pasaba por otro lado y no por el scanner de la Aduana. ¿A quién le van a hacer creer eso? Si Hugo Chavez desea aportar a la campaña de Cristina y no quiere que se sepa, pone el dinero en un avión diplomático… y ya está…” Quizá sucedió… le insinúo y le pregunto ¿cómo se financian todas las campañas políticas, se sabe, de dónde viene la plata? “Es parte de la hipocresía que todavía conserva el sistema político argentino jurídicamente, incluso. En la provincia de Buenos Aires con 10 millones de electores, para las elecciones provinciales, el Estado no aporta nada, por ley, ni para la boleta. Entonces dejan prisioneros a los políticos de financiarse de cualquier lado. La derecha ha introducido la idea de que financiar la política es algo malo cuando no pasa en ningún lado. O sea, o se recurre a las grandes empresas o al dinero del Estado. Esto hay que hablarlo sin hipocresía y sacándose las caretas para ver cómo se financia una campaña política y legitimar este problema democráticamente de cómo financiar la política en el país”.

* Lic Cs Comunicación UBA (Redacción Alerta Militante)

 

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